Por: Excélsior

Ciudad de México.- Una fuerte explosión sacudió un almacén de fuegos artificiales en Esparto, California, justo cuando cientos de personas se preparaban para celebrar el Día de la Independencia.

La detonación originó múltiples incendios, obligó a evacuar comunidades cercanas y dejó a siete personas desaparecidas, además de una víctima confirmada y dos heridos. Este dramático incidente, en pleno inicio de la temporada de celebraciones del 4 de julio, ha encendido las alarmas sobre el manejo de materiales pirotécnicos en instalaciones privadas.

Incendios y evacuaciones

Según reportes de Cal Fire, la explosión generó varios focos secundarios y rápidamente desató el denominado Oakdale Fire, que arrasó inicialmente con 30 kilómetros de terreno vecino, incluyendo vegetación y estructuras comerciales.

El cuerpo de bomberos del condado Yolo, junto con unidades de Cal Fire y brigadas aéreas, trabajaron intensamente para contener las llamas, lo que se logró en la noche del martes, aunque persistieron puntos calientes hasta al día siguiente.

Autoridades establecieron una zona de evacuación de un kilómetro alrededor del sitio —incluyendo partes de Esparto y Madison—, advirtiendo a la población no regresar hasta que fuera seguro y que se completaran las labores de enfriamiento. El residente Bryan Sandoval describió el momento:

     “Pensamos que fue un temblor, porque todo tembló”.

Este miércoles 2 de julio, las autoridades confirmaron la muerte de al menos una persona, mientras siete empleados del almacén están oficialmente desaparecidos. Dos trabajadores resultaron heridos y se encuentran estables. Investigadores, apoyados con drones y perros de búsqueda, colaboran con el dueño del establecimiento —una compañía con licencia pyrotecnia, potencialmente vinculada a Blackstar Fireworks Inc.— para ubicar a los desaparecidos.

Familiares, como Syanna Ruiz, relataron que sus seres queridos trabajaban su primer día de empleo cuando ocurrió la explosión:

     “Mi novio tenía su primer día… no sabemos nada”.

El incidente ha sido calificado como «raro» por Cal Fire debido a los estrictos protocolos estatales y federales para el almacenamiento de explosivos. El State Fire Marshal desplegó una unidad antinarcóticos para determinar si hubo negligencia o incumplimiento en las licencias.

El sitio no estaba en la zona oficialmente aprobada para explosivos, lo que sugiere posibles violaciones.

El gobernador Gavin Newsom y su equipo monitorean la situación y han prometido apoyo estatal.

¿Celebraciones del 4 de julio?

La explosión afectó el almacenamiento pirotécnico para diversos shows. Comunidades como Cloverdale, Lodi, San José y St. Helena cancelaron sus exhibiciones por la pérdida de materiales. Otros condados, como Sutter y Yuba, exploran alternativas mientras sus propios espectáculos fueron comprometidos.

El estallido, con humo visible desde decenas de kilómetros y pirotecnia dispersándose por el aire, evidencia los enormes riesgos asociados con estos almacenes, especialmente en épocas de alta demanda.

Aunque no se han reportado muertes adicionales, la tragedia pone en evidencia la necesidad de revisar protocolos de seguridad, permisos y zonas autorizadas para la manipulación de explosivos. 

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