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Por: Excélsior
Reino Unido, 18 de junio.- A pocos meses de haber publicado un conmovedor video en donde reveló que estaba libre del cáncer que le fue detectado a inicios de 2024, Kate Middleton aún padece los estragos de la terrible enfermedad, pues recientemente tuvo que ausentarse de un evento real debido al padecimiento contra el que aún lucha.
La princesa de Gales se vio obligada a interrumpir su participación en el en Royal Ascot, uno de los eventos sociales y deportivos más emblemáticos del Reino Unido y dejar a su esposo, el Príncipe William y a su madre, Carole Middleton de último momento, mientras continúa con su regreso paulatino a la vida pública tras su batalla contra el cáncer.
Fuentes cercanas al Palacio de Kensington aseguran que la princesa estaba “decepcionada” por no poder asistir, pero que aún se encuentra “buscando el equilibrio adecuado” entre su salud y sus deberes oficiales. Aunque figuraba en la lista inicial de la procesión real en el segundo carruaje junto a William, su nombre fue retirado minutos antes del inicio del evento.
A pesar de su ausencia, su madre, Carole Middleton, estuvo presente en Ascot acompañada por su nuera Alizée Thevenet, esposa de James Middleton, el hermano de Kate.
La futura reina de 43 años, ha retomado poco a poco su agenda pública después de anunciar en enero que se encontraba en remisión.
Fue también en enero cuando la Princesa hizo una emotiva reaparición en el Royal Marsden Hospital, especializado en tratamiento oncológico, para brindar apoyo a pacientes que, como ella, enfrentan esta dura enfermedad. Desde fines de febrero del año pasado, ha recibido quimioterapia para un tipo de cáncer que no se ha hecho público.
En septiembre, Kate compartió un conmovedor mensaje en video anunciando el final de su tratamiento. Reconoció que los últimos nueve meses habían sido “increíblemente difíciles para nosotros como familia”, y afirmó que su prioridad ahora es “hacer todo lo posible para permanecer libre de cáncer”.
El príncipe William también habló del tema en una entrevista reciente, describiendo el 2024 como un año “brutal” para la familia real, ya que coincidió con el tratamiento contra el cáncer de su padre, el Rey Carlos III.
