San Buenaventura, Coah.- Un hombre sorprendió a su esposa en una situación íntima con otro sujeto a unos metros de su casa ubicada en el Fraccionamiento San Andrés y antes de cometer una locura decidió llamar a la Policía para sacarla de su domicilio con todas sus cosas.
La llamada de auxilio de un joven de 33 años a los números de emergencia 911 movilizó a elementos de la policía San Buenaventura la noche de este lunes a la vivienda marcada con el número 406 de la calle Jesús Urbina.
Leonardo Sarabia pidió el apoyo de los oficiales antes de cometer una locura contra su esposa Karen Lizeth García, de 29 años, con quien tuvo una relación de 6 años de matrimonio y procreó un hijo, el cual tiene dos años.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 23:00 horas, cuando arribó a su domicilio tras concluir su jornada laboral.
“Yo me quedé a doblar turno, ella durante la tarde me comentó que si le podía dar permiso para ir a unas clases de meditación, yo le dije que sí, ella ya tenía planeado todo”, exclamó.
Dijo que, al llegar a su casa notó la ausencia de su pareja y su hijo, después trató de contactarla por teléfono, pero ella no le contestó.
Leonardo se quedó parado frente a su casa y observó un vehículo sospechoso. Se trataba de un auto Volkswagen Virtus, color blanco, de reciente modelo, el cual estaba estacionado frente a una vivienda deshabitada a escasos metros de su domicilio.
Al aproximarse, constató que en el interior del automóvil se encontraba su esposa Karen en compañía de otro hombre en una situación íntima.
Sin que la pareja se dieran cuenta que habían sido “cachados con las manos en la masa”, Leonardo no intentó intervenir, lo que hizo fue retirarse del lugar y esperar a que la mujer regresara a la vivienda y cuando ella llegó, la Policía ya estaba en camino.
Mientras al interior de la vivienda Karen adoptó una actitud agresiva y hostil, por lo que Leonardo optó por esperar la intervención de las autoridades para proceder con el desalojo.
Cabe destacar que mientras la mujer era “corrida” de su hogar por infiel, su amante huyó sin preocuparse por ella.
EQE
